domingo, 19 de enero de 2014


Los domingos son difíciles de llevar, al menos para mí siempre han sido el peor día de la semana, desde que dejé de ir a un parque cercano a mi casa con mis padres y mi hermana. Recuerdo una anécdota y es la única que recuerdo de mi infancia en ese parque, un día tal como hoy fuimos todos, incluidos primos y demás especies en peligro de extinción, ese día nos compraron una pelota a cada uno que fuimos, con la mala suerte de que la mía se pinchó, y pena para mi no me quisieron comprar otra, cosa que hoy día entiendo, y los demás no me quisieron dejar la suya.....cosa que hoy día también entiendo, (jajaja). A pesar de todo ello, puedo decir que he tenido una infancia muy feliz, desgraciadamente no todo el mundo puede decir lo mismo, y hoy en día todavía menos. Ayer fue mi cumpleaños, y la verdad ha sido el primer año que no he recordado mi niñez, cuando mis padres organizaban una fiesta en casa para mí, venía mucha de mi familia y era agradable pasar esas tardes de invierno comiendo tarta y chuches. Quizá porque fue un buen día de cumpleaños y sin la compañía no hubiese sido posible. Cenar a lo americano levantandote de la mesa casi a punto de estallar, y desvirgarte en el cine 3D con el HOBBIT, ¿qué mas se puede pedir?Al menos yo no pido más, solo diré que je t'aime pich. Con todo esto, os dejo mi último pedido....que se va para Mireia, una gran persona y amiga. 


Porque el amor es tan grande como vosotros lo queráis hacer....

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